Cuento en construcción
Este cuento ha sido realizado hasta el momento por Sergio Mendoza y el Comité editorial de Cuento Colectivo. Continúa la narración. El ejercicio está abierto de forma indefinida y una vez sepamos el final, inventaremos títulos apropiados para la historia.
Era la última misión del capitán Montblanc y su equipo, y era una sencilla. Este era uno de los escuadrones más feroces del ejército, sin embargo, a decir verdad, ya todos estaban ansiosos de regresar a casa después de un largo año de guerra.
La misión consistía en llevar municiones al escuadrón de los Halcones Púrpuras, veinte kilómetros al noroeste. Se suponía que el camino estaría despejado, sin embargo, el capitán ordenó que uno de los tanques fuera con nosotros, en caso de una emboscada.
Todo estaba muy tranquilo. Sólo faltaban ocho kilómetros para llegar al punto de encuentro en donde entregaríamos las municiones y al corto tiempo llegaría uno de los helicópteros para llevarnos directo a casa. De repente el silencio cesó, y se desató el infierno.
Sentí una explosión a aproximadamente 15 metros de distancia y caí enseguida en el barro. Cuando desperté todo era confuso, el intercambio de fuego continuaba y había cuerpos y extremidades por doquier. Me refugié detrás del primer árbol que encontré.
Mientras revisaba que todo estuviera en su lugar, vi a Pedro, mi mejor amigo desde la infancia, agonizando a unos metros de donde yo estaba. Revisé que el enemigo no estuviera cerca, corrí hacia donde estaba Pedro y lo halé hasta el árbol. Su estado no era nada alentador…
One Response
Le tome el pulso y era debil , tan debil como el caminar de un insecto , sus ojos se perdian entre sus parpados , la vida se le escapaba en cada respiracion , solo era cuestion de segundos .
poco a poco acerque mi oido a su boca temblorosa y en un susurro casi inaudible me dijo sus ultimas palabras
-dile a catalina que la amo , que viva y que sea feliz , esta maldita guerra me quito todo no dejes que te pase lo mismo …
una tos liquida salio de desde sus pulmones y sus ojos que me miraban fijamente , me traspasaron su luz se habia apagado ,
escuche mas cerca el sonido de los gritos y los disparos me levante y pude ver para mi desgracia que todos habían muerto y que el enemigo estaba a media colina de distancia no tenia escapatoria , aun tenia partes de órganos y sangre de mi amigo en mi cuerpo mi entrenamiento gobernó mi mente y actué por inercia .
caí al piso sin poner las manos antes que el cuerpo en el instante en que la tropa enemiga asomaba sus fauces en el campamento ,
los escuche revolver todo hablar en ese maldito idioma , escupir los cuerpos de mis compañeros caídos , todo de cara al suelo helado sangriento , lo poco que sabia de alemán que era mas que todo insultos , escuchaba muchos , mi mente imaginaba lo que ocurría no me atrevía siquiera a pensar en abrir los ojos ,
un disparo , una ráfaga , otro disparo , mi mente tardo esos segundo en saber que ocurría la adrenalina se derramo en mi cuerpo en dosis inimaginables , estaban… si estaban rematando los cuerpos para no dejar nadie herido ni vivo , otra rafaga esta vez mas cerca ….