Creale un título a este cuento sobre dos amigos, disfrutando en el mar

Cuento en construcción

Este cuento fue propuesto por Ricardo Barriada y editado por el Comité editorial de Cuento Colectivo. La narración surgió de la fotografía y lo único que falta para terminarlo es el título. Tienes hasta el próximo viernes 3 de agosto de 2012 para inventarte uno. ¡Participa e invita a tu red! También es bienvenida la retroalimentación en torno al desarrollo de la narración. ¿Le agregarías algo?

A esa hora de la tarde la mar estaba calma y el cielo tormentoso. Sólo dos sombras se distinguían en la distancia; dos sombras que enseñaban en movimientos cuánto se podía hacer cuando dos personas se reunían y soñaban, dos personas unidas por un fin único. Allí estaban, en medio de la serena y límpida agua marina, Samuel y Alonso.

Se les veía alegres… en todo caso, sus cuerpos hablaban y gritaban al viento, a las nubes, al agua, a las aves, a los peces, a todos los seres vivientes y a todas las cosas inanimadas: “He aquí a dos hombres de distintas generaciones unidos por un único sueño. Nada nos impedirá alcanzarlo”.
Samuel dio media vuelta y miró a Alonso que estaba a su lado, y le preguntó:
-¿Hasta dónde quieres llegar?
-A lo más alto.
-¿Hasta las nubes?
-No. Más alto.
-¿Hasta las estrellas?
-Sí. Y mucho más allá.
-Entonces, para llegar mucho más allá, deberás empezar por lo más bajo.
Luego, tomándolo por los brazos y apoyando sus pies sobre sus piernas, lo lanzó hacia arriba mientras Alonso iba volando con su imaginación hasta ver los pájaros que volaban a su lado. Así una y otra vez hasta que consiguió ver las estrellas.
-¡He llegado!-gritó alegremente.
-¿Has llegado?-le preguntó Samuel.
-Sí, he llegado. Y todo es muy hermoso.
-Entonces has aprendido a volar alto.

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