Te invitamos a continuar esta historia que apenas comienza. Cualquier cosa puede pasar todavía. Participa y no dudes en invitar a tus amigos también.
Camino por la gran ciudad, en busca de una distracción. Aunque mi naturaleza no sea la de vivir en un eterno presente, me forzaré solo por hoy. Los pies me duelen y los pensamientos todavía no se van. Ningún acontecimiento fuera de lo común se cruza por mi camino…
Una respuesta
lo que hace reaparecer su imagen. Tengo que evitarlo, concentrarme en el ahora, en lo que sea. Me detengo, respiro profundo y de manera lenta. Lo hago varias veces, siento cómo mis pulmones se llenan de aire y luego exhalo. Busco con mi mirada cualquier cosa y veo a una mujer y a un hombre que se bajan de un taxi.
La mujer tiene puesto un vestido con estampado de piel de Leopardo, sus pendientes y zapatos de color fucsia se perciben a metros, además en la oscuridad. Mastica un chicle y las raíces negras en su cabello delatan que no es rubia natural. Por otra parte, tiene un bronceado ficticio, color naranja, típico de máquinas bronceadoras. No obstante, sus senos y trasero son monumentales… tiene alrededor de 35 años.
El hombre viste un traje y zapatos negros, pantalón gris y camisa blanca. El material y el diseño de las prendas connotan dinero y más dinero. Entonces éste mira la hora… efectivamente, oro puro. El hombre es mayor que ella, pero no por mucho, tiene entre 42 y 45 años y parece estar de prisa…