Te invitamos a continuar esta historia que apenas comienza. El título que tiene este momento es temporal. Una vez sepamos el final del cuento le inventaremos títulos. ¡Participa!
Eran las 5:40 a.m., todos en el pueblo apenas despertaban. El agua estaba más calmada que nunca. Renzo, ya acostumbrado al aroma de las flores, entonaba algunos de los cantos de sus ancestros…
2 respuestas
Las tres cuartas partes de las flores que llevaba eran para la boda de Marina, la dueña de la hacienda cercana. El resto de su cargamento serviría para adornar la capilla, pues era día de la santa patrona.
Renzo remaba lentamente río abajo, acunado por el ritmo suave de las ondas, pero atento a los signos de los primeros despertares en aquella mañana abril. Su vida era eso, el río y la canoa.