2 respuestas

1. “Aun me pregunto que hice para merecer esto…” aun sin terminar el pensamiento, Liliana, o como le decían su círculo social más cercano, “Lilo”, trató de expresar con su último suspiro. Ese fue el último recuerdo de su niñez, de su juventud y de su vida, dos tazas de café, una pintura blanca y ese sentimiento incesante que “algo andaba mal”. ¿Pero quién estaba “detrás” de la línea blanca? ¿Qué expresaba el “artista” de estas macabras obras? Quizás “Lilo” lo sabía, pero era ya muy tarde para poderle explicar esto a la policía. Ella, ya había huído….

   Responder

2. Quería ir por la vida alimentando un amor sincero e incondicional por ese hombre, que veía una vez a la semana,
   una sopa de amapola almorzaban y eso era perfecto.

   Aquel día invito al hombre a una taza de té,
   el no tomaba té , el tomaba cafe expreso (7gr no mas ni menos 7gr).
   Levanto las tazas y las tiro sobre ella, dejando todo claro…
   No quería enamorarse, quería quitarse un demonio que llevaba a sus adentros.
   Petrificada quedo en esa mesa recordando cada segundo como lo desperdiciaba al lado de ese hombre.

   Sosegada, sin esperanza siguió llevando de por vida aquel demonio…

   Confianza y desamor

   Responder