Toda lectura nos cambia… deja su huella. Para este ejercicio, narra una situación, real o ficticia, en la cual una lectura te salvó la vida. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera tenido ese pedazo de conocimiento o si no me hubiera leído ese texto nunca? ¡Participa e invita a tu red! Puedes escribir en la zona de comentarios de esta entrada o a comiteeditorial@cuentocolectivo.com.
2 respuestas
Nadie supo cómo ni cuándo pero ocurrió, aquella chica rebelde que sólo solía preocuparse por si misma, aquella que nunca dejaba nada a la imaginación, la que nunca tuvo un pensamiento sólido o un punto de vista concreto, quien no hacía más que pensar en su físico, en la moda, peinados y maquillajes, en lo superficial. Si ella, la mujer a la que usualmente en diversos lugares llamaban “cabeza hueca” los sorprendió.
Una mañana de octubre Liana, se levanto, cambió y colocó sus audífonos para luego salir de su casa a ejercitarse como lo hacía cada día sin falta alguna, lo que ella no sabía era que ese día no iba a ser como todos aquellos que había vivido anteriormente, ese día cambiaría su vida, se adentraría en un nuevo mundo en el que quedaría atrapada complemente, ese nuevo lugar llenaría cada uno de los vacíos de su vida que ni el mejor cuerpo del mundo podría llenar. Aquel día mientras pasaba cerca a la biblioteca Liana vio a un chico cuyo nombre es Nicolás, seguramente el más lindo que haya visto en sus 17 años de vida. Observó que Nicolás se adentró en ese lugar que tanto le aburria, pero sin embargo tanta fue la atracción que decidió seguirlo, allí adentró lo perdió de vista pero se encontró con algo mucho mejor, libros, de toda clase, tamaños y colores, comenzó a indagar en el lugar, fascinada por lo que le rodeaba decidió dejar a un lado la vida que llevaba hasta el momento y adentrarse en las aventuras, paradigmas, controversias, problemáticas, romances y demás que los libros brindaban. Desde ese día Aquella conocida como la chica hueca del instituto pasó ser un ejemplo a seguir para muchos.
Esta es mi historia, siempre mal para las letras las veía como grandes guerreros que venían a matarme, a torturarme, no me gustaba leer, sentía mareo, debilidad, mucho sueño, así paso mi vida a regañadientes entre filosofía y lengua castellana ¡pero pase!
El primer gusto fue cuando leí con amor y agrado “mi primera carta de amor” y porque no decirlo también cuando las hacía, asi pasaron los años y solo buscaba la lectura cuando era estrictamente necesario.
Un dia estando yo sentada en un gran parque, paso ante mis ojos el más lindo y tierno ser acompañado de una hermosa mascota, pero como podía llamar su atención? O tan siquiera saludarle si en mi lenguaje no tenía las palabras correctas.
Un dia decidí acudir a lo que más le había huido “ la lectura” así que recordé mis tiempos de juventud y decidí con agrado realizar una carta donde le confesaba mi amor, mi admiración, y que desde ya hace dos años lo miraba pasar junto a su mascota, ¡ que lindo! Nunca la dejaba.
Muchas veces te mire con agrado esperando aunque fuese una mirada
Que nervios, por fin me acerque con mi carta, mis sentimientos.
que gran sorpresa, me saludo con su mirada fría, perdida, no le pude entregar aquella nota ya que el estaba ciego… como podría leerla, solo recuerdo que hablamos y hablamos de el de la vida , para mi una crueldad del universo y para el era lo único que el conocía ,algo normal.
Asi seguíamos de amigos, hablándole cuando por aquel parque a la misma hora lo veía pasar.
Más me enamoré, porque veía a aquel hombre guapo, atlético, sabio, inteligente y con un amor por la vida que ningún otro.
Quería enamorarlo, ya que era reacio por su condición, así que nuevamente acudí a la lectura para ayudarlo, para comprender su condición, como los dos éramos muy humildes y no teníamos más que la biblioteca del pueblo, aquella a la cual le huía de niña, aquella que miraba con rencor fue la que me hizo ver el mundo a través de sus oscuros ojos.
Asi fue que la lectura salvo mi alma, creo un amor y pude ver en ella historias fantásticas que le llegaban a el como una ventana de nuevos mundos en el suyo de tinieblas y aunque tuvimos un hijo con la misma condición que su padre hago de la lectura un universo nuevo para ellos….
No hay ningún obstáculo cuando conoces del mundo… a través de un libro…
Texto por Liliana Yiveth Gamboa, madre comunitaria del ICBF (Duitama)