Crea una narración completa o el inicio de una a partir de la fotografía que aparece en esta entrada, una vez sepamos el final de la historia le inventaremos títulos. Puedes participar en la zona de comentarios de esta entrada o escribiendo a comiteeditorial@cuentocolectivo.com. Haz clic en la imagen para agrandarla. ¡Participa e invita a tu red!
Una respuesta
Ahí está la Luz.
Lame fuego por puertas y ventanas abiertas
a lenguas de llamaradas.
Y yo estoy aquí, justo en su centro, prendida de ángel.
Me costó llegar desollándome los nudillos de la resistencia
ascendí por la escarpada y gris montaña de la vida.
El miedo quedó atrás rezagado de oscuridad
encallado en los bajos fondos de la desesperación.
Todo fue más fácil adquirí ligereza en el aire
cuando me desprendí de mi corpóreo equipaje
y me habitó el Infinito.
La imagen a mi alrededor se funde y tiembla de calor
como gotas deshechas de estrellas.
Van quitándome la ropa de la piel incandescente
desvistiéndome de carne
exponiendo al aire de ensueño los huesos de porcelana.
Oigo como se astillan al contacto ardiente.
Mis ojos son de cristal y las manos de mariposa.
La mirada estalla en un aleteo desplegado de alma.
De las espinas que coronaron mi martirio
llora sangre de sufrimiento.
Bajan por el rostro puro del pensamiento
hasta saborear la boca elevada del sentimiento.
Nada me pesa aquí, no tengo lastre de herida
ni carga de Dolor.
Para mí fue concebido este lugar por todo lo alto de poesía.
Me estaba esperando paciente
porque sabía que este día llegaría.
Al humo del aire sumo mis letras.
Lo que fui y lo que soy
se desvanece en volutas de la memoria.
Y llegaré a ser tan invisible.
Que tendrán que preguntarse
los que me tuvieron entre sus brazos.
Si realmente existí..
..o fui fruto de su corazón.