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2 respuestas
En una ciudad donde las calles era todas inclinadas, en una tarde que se tornaba lluviosa y oscura aparecen tres vehículos todos iguales de tamaño; pero de diferente color, en el rojo iba yo con un sentimiento de incertidumbre,
Pues mi hija culminando sus estudios secundarios no sabia que seguía en su camino, yo me preguntaba ¿la presiono, la entiendo, la juzgo, la aconsejo?, difícil situación, y para colmo el escenario que cada vez se tornaba mas triste, lluvia, frió, oscuridad, no que incertidumbre, tenia yo, era determinar que seguía en su vida, era como empujarla al precipicio o ayudarla a no caer en el.
Mientras tanto los carros avanzaban cada vez mas rápido y …. de pronto imagine así se sentirá mi hija con la difícil decisión de que hacer con su vida…me dejo alcanzar de los que vienen atrás? o acelero a tomar una decisión? espero que mañana sea otro día mas claro.
En este momento siento que lo mejor es esperar a que el día aclare, y no importa si los de atrás me alcanzan, la idea es que una decisión no depende de los demás, ni del clima, ni de un carro que nos sigue, así uno ilumine mas que el otro, en algún momento todos brillan con su luz propia.
Era una noche fría y lluviosa, de esas noches en que solo se quiere estar en casa, ver una película y comer palomitas con una buena compañía. Pero a cambio, me encontraba manejando, en medio de la nada, en una calle conocida para mí, pero al mismo tiempo, triste y cruel, que si bien me llevaba a alguna parte, también me traía tan crueles recuerdos.. Trataba de encontrarme a mi misma, de entender por qué tomó esa actitud, porque no entendió mis razones y por qué me dejó es esta situación tan triste, llevándose todo y dejándome perdida en esta soledad, recordando su perfume, su aliento, y sus cabellos desordenados.
Por qué se fue y me dejó en esta incertidumbre tan terrible, haciéndome sentir como la bruja mala del cuento, como si los años que vivimos no contaran, donde no quiso que tuviéramos un hijo, ni siquiera una mascota, siempre que yo tocaba el tema me decía:” ya tendremos tiempo para eso”… Se llevó todo, los recuerdos, el piano donde tocábamos nuestra canción favorita, la guitarra y hasta los cigarros que siempre guardábamos en la mesita de centro. Desde ese día, hace exactamente 3 años, vengo para esta época, a recordarlo y a exorcizar mis recuerdos, a tratar de empezar de nuevo, porque fue en esta lúgubre calle que me abandonó.