10 trucos para escribir en cuarentena

Vivimos en un tiempo que se caracteriza por la velocidad y abundancia de información, lo cual puede muchas veces llevarnos a la inestabilidad. Ya sea por la sobresaturación de amenazas potenciales, como la de una potencial guerra mundial, la catástrofe ambiental, crisis migratorias… y ahora nada más que una pandemia global. Dicha abundancia de información contrasta con el poco tiempo que tenemos de procesarla. De esta forma se vuelve casi imposible mantenerse al día; y mirar para otro lado solo hace que el pánico incremente. Debido a este ritmo en aceleración, cada vez es más difícil distinguir los rumores, de las especulaciones, las teorías conspirativas y las mentiras descaradas. Esto se ha vuelto más evidente en la actualidad, mientras el contagio del Covid-19 se ha intensificado en el mundo.

En este periodo febril, muchos hemos intentado buscar una temporalidad distinta. Una en la que sea posible tanto sentir como pensar y procesar el intenso impacto de las noticias. Quizás, incluso, de imaginar otras formas de ser. Al escribir nos permitimos ingresar en una dimensión diferente, más pausada, en la que es posible reconocer formas y reflexiones que antes eran invisibles. El arte, sobre todo en tiempos de crisis, se siente no solo como un respiro o un escape, si no como una herramienta imprescindible para adquirir otra perspectiva sobre lo que significan estos tiempos.

Esto no significa que producir arte vaya a generar cambios del día a la mañana. Sin embargo, sí que nos puede proporcionar con insumos únicos para lograrlo. Escribir nos puede servir como un antídoto para el caos. Puede convertirse en una ruta hacia la claridad, una fuerza de resistencia y reparación que nos ofrece nuevos puntos de vista y nuevos lenguajes en los que pensar. Cabe destacar que algunas de las más destacadas obras literarias se han producido en medio de tragedias. La Inquisición Española nos dio, por ejemplo, a “Don Quijote”, la Gran Depresión ayudó a inspirar “Las uvas de la ira”, la Primera Guerra Mundial produjo “Adiós a las armas” y la cólera nos dio “La Peste” o incluso “El amor en los tiempos del cólera”. A continuación, te brindamos algunos consejos para que actives la creatividad en estos tiempos de cuarentena. ¡No dejes que el pánico y la infructuosidad se apoderen!  

1. Calienta los dedos al escribir muchas historias

Escribe cientos de historias, salgan buenas o malas. Escribe cuentos cortos o relatos eternos que probablemente no termines o abandones en un punto. Escribe en distintos géneros, con distintas perspectivas, contextos, voces… cualquier cosa que te ayude a mantenerlo variado y fluido en esas primeras etapas. Cuando termines tus borradores, “mételos al congelador” o, en otras palabras, es tiempo de darte un respiro. Tras esto, revísalos y si cumple con tus estándares, intenta publicar. Si definitivamente no cumple con tus estándares, siempre puedes archivarlo en algún lugar al que nunca más vuelvas. Nuestros cuentos en construcción son el lugar perfecto para dar ese primer paso.

2. No leas literatura que no te guste

Esta entrará a tu subconsciente y pasará a tu estilo de escritura. Sobre todo en las fases iniciales, somos como esponjas de ficción. De alguna forma u otra imitamos a otros escritores. Por lo tanto, asegúrate de solo leer narraciones que disfrutes. Si en algún punto tienes dudas con respecto a cómo describir las emociones de un personaje, o cómo continuar tu historia, entonces puedes consultar tus “buenas lecturas”, buscar un escenario parecido y podrás decir: “¡Claro! Así es que se hace”. Te invitamos a buscar inspiración en alguno de nuestros cuentos finales.

3. Lee mucho o escucha podcasts

Lee tanto como puedas. Puedes incluso escuchar archivos de audio o podcasts de tus historias favoritas mientras trabajas, haces ejercicio o cocinas. No importa si no estás concentrado 100%, las palabras entrarán en tu subconsciente.

4. No escribas y edites al mismo tiempo

Terminarás odiándote, a la forma como escribes y a toda la humanidad. La creatividad y el pensamiento analítico conforman dos partes distintas de nuestro cerebro y no siempre van bien juntas. Primero escribe, no edites para nada, aunque sí es válido que tomes notas. La edición viene después y lo ideal es que la realices después de darte un descanso. Ese descanso es crítico para que puedas ver el texto de forma más crítica y con un par de ojos frescos.

5. Crea un sistema para tomar notas

De lo contrario sería como conducir sin luces por la noche. De repente no te acuerdas de la historia de uno de los personajes, o te das cuenta que hay un error de congruencia o tal vez solo quieres registrar esa buena idea que se te ocurrió, para introducir después en tu escrito. Es cierto que esta acción puede detener el flujo de tu escritura, por lo que debes intentar hacerlo cuando se trate de algo que no puede ignorarse u olvidarse. Una vez que encuentres ese flujo al escribir, trata en lo posible de mantenerlo tanto como puedes.

6. Establece un horario para escribir a diario

Hacerlo permite que tu cuerpo y tu mente lo anticipen y estarás mejor preparado para despertar tu creatividad. Esto puede resultar bastante difícil, en especial al comienzo. Pero si te retas a ti mismo a despertarte temprano o a salir de otras tareas para tener tiempo para escribir, como todos los demás actos repetitivos que realizas, tu cuerpo se adaptará y te permitirá seguir adelante. Al principio puede que el cuerpo se rebele y tratará de convencerte para que te rindas. ¡No hagas caso! Incluso si solo adelantas cincuenta palabras o si solo puedes escribir por diez minutos. Preséntate todos los días y mejora, de forma progresiva. Recuerda la frase de Stephen King: “El momento que da más miedo es siempre justo antes de empezar”.

7. Arma tu propio espacio de escritura

Si tienes la posibilidad, crea un espacio cómodo para escribir. No importa dónde sea o qué tan elegante, lo que sí debe hacer es sentirte a gusto. Puedes intentar rellenarlo con tus cosas favoritas o algo que te inspire. Puedes prender velas, colgar pinturas que te agraden o frases que te motiven en la pared… lo que sea que te haga sentir bien.

8. Escucha la música adecuada

La música que escojas debe ser acorde a tu estado de ánimo… también puedes escuchar grabaciones de las olas, la lluvia o la brisa. Te recomendamos que lo que escuches sea sobre todo instrumental o con pocas letras, lo cual podría distraerte o influir demasiado en tu estilo de escritura.

9. No te olvides del papel

Hay algunas ideas que nos salen mejor sobre papel. Los cuadernos son grandes aliados para nuestras lluvias de ideas. Puedes usarlos incluso para escribirte a ti mismo, como para decir: esto se siente muy tonto, este personaje es muy cliché, debería ser de esta u otra forma.

10. Tienes derecho a equivocarte

No seas tan duro contigo mismo, trátate bien. Recuerda la frase de Salvador Dalí: “No tengas miedo de la perfección, nunca la alcanzarás”. También trata de ser amable o de por lo menos hacer críticas constructivas a otros escritores, sin importar en qué punto se encuentren. Deberías poder experimentar sin tener que lidiar con un severo autoflagelo.

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