Otro proyecto en el cual Cuento Colectivo ®, a través de su empresa matriz Inteligencia Colectiva S.A.S, ha estado involucrado desde el mes de octubre de 2015 ha sido el de “Descentrar la mirada”. Las funciones de Inteligencia Colectiva S.A.S se relacionan con la estrategia general de comunicaciones, incluyendo el blog del proyecto.
“Descentrar la mirada” es un proyecto del ICBF y la Fundación Círculo Abierto que plantea cualificar a las agentes educativas de 61 organizaciones diferentes en el Departamento del Atlántico (Colombia), sobre el sentido de la educación inicial y las actividades rectoras de la primera infancia: el arte, el juego, la literatura y la exploración del medio. Son estas la base esencial de los referentes técnicos para la educación inicial propuestos en el marco de la atención integral de la estrategia de Cero a Siempre y por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia.
Esto es fundamental en el trabajo cotidiano de las maestras, maestros y agentes educativos ya que el fortalecimiento de sus prácticas pedagógicas, enmarcadas en estas actividades rectoras, favorecerán el desarrollo del pensamiento creativo de los niños y niñas de 0 a 5 años con el fin de prepararlos para iniciar o continuar un camino en su relación con el mundo, teniendo en cuenta que “los ambientes en que se plantea y ocurre la educación inicial son creados intencionalmente por maestras, maestros y agentes educativos. Se caracterizan por la libertad de expresión de las emociones, sentimientos, preguntas e inquietudes y por las interacciones naturales, en tanto son condiciones que enriquecen y potencian el desarrollo de las niñas y los niños”. (Referentes técnicos de educación inicial, MEN. 2014)
“La educación es el punto en que decidimos si amamos al mundo lo bastante como para asumir una responsabilidad por él y así salvarlo de la ruina que, de no ser por la renovación, de no ser por la llegada de los nuevos y los jóvenes, sería inevitable. También mediante la educación decidimos si amamos a nuestros hijos lo bastante como para no arrojarlos de nuestro mundo y librarlos a sus propios recursos, sin quitarles de la manos la oportunidad de emprender algo nuevo, algo que nosotros no imaginamos, lo bastante como para prepararlos con tiempo para la tarea de renovar un mundo común” (Arendt, 1996, 208).