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Cuento Colectivo® es una marca de Inteligencia Colectiva S.A.S. Fue fundada por Jairo Echeverri García, soñador despierto y contador de historias incansable.
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Siempre recuerdo los veranos en casa de los padres de Priscilla, mi mejor amiga. Ese era un lugar de distensión, un alivio a la pesada carga de mi vida en casa. Su casa quedaba a las afueras de la ciudad en una inmensa propiedad y en los veranos, los padres de Priscilla por lo general se iban de viaje alguna parte, dejando la casa sola.
La casa tenía una gran piscina rectangular, con un trampolín de tres metros de altura en el extremo oriental. Amaba ese trampolín, podía subirme y lanzarme de el sin cansarme por horas de seguido. Hoy en día pienso qué es lo que exactamente me gustaba de esa sensación. Tal vez es el vértigo al caer lo que atrae, o solo aprovechar que es posible caer y no ser aplastado por algo sólido. ¡Que viva el líquido!
Hablando de líquido…
Las vacaciones son el momento más anhelado por la familia, pues emprendemos viajes muchas veces divertidos, únicos, sensacionales y en otras ocasiones no tan agradables. En esta oportunidad contare el excepcional viaje que hice al ecuador, pues hubo momentos de diversión, angustia, risas y además de todo muy aventurero. Emprendimos nuestro viaje un 28 de diciembre con rumbo a quito desde la cuidad de Bogotá, con veinte miembros de nuestra familia, todo inicio con mucho entusiasmo y energía pues era un viaje planeado y esperado durante todo el año. Los niños no paraban de gritar y expresar sus emociones y expectativas acerca de este momento tan especial.
En el transcurrir de las horas y largos paisajes donde se observaba la hermosa flora a un lado de las carreteras colombianas, llegando a la ciudad de Popayán uno de los autos tuvo un falla y tuvo que detenerse y este momento aunque hubo algo de preocupación y larga espera fue el momento indicado para que la familia estuviera junta, fue un momento que fue inesperado era sin querer el uno de los momentos más recordados por la familia, los niños jugaban, los primos no pareaban de hablar y los adultos en medio de todo sacaban hacían de este un buen momento para dialogar y recochar, finalmente y después de largas horas de viaje llegamos al esperado país del ecuador. Mientras realizábamos las gestiones correspondientes para ingresar al dicho país, hubo momento para fotos, selfis, risas y comida, pues era la primera vez que la mayoría de la familia pisaba tierras extranjeras. Nuevamente cada uno a su auto con el deseo de llegar a quito, el lugar de destino para poder descansar y después de horas recorridas al fin llegamos. Era el primer año nuevo que la familia pasaba junta y en otro país disfrutamos de su cultura y comida típica, luego tuvimos la oportunidad de conocer varios lugares allí reconocidos, el nevado de Cotopaxi, la llamada mitad del mundo y un recorrido por la cuidad de quito. Emprendimos un corto recorrido con el fin de visitar al mar y las hermosas playas de Atacames, llagados allí fue un momento muy espacial, pues muchas aventuras se vivieron en la familia, unos armaban sus castillos de arena en la playa, otros recorrían el mar en las motos acuáticas y unos más arriesgados se montaban en el paracaídas, era hermoso ver como todos disfrutaban de estas vacaciones
La vida de Alejandro es una paradoja, le han pasado tantas y tantas cosas que aún se pregunta. será que todos tienen que vivir la vida como yo la vivo, pero creo que no pues a mi amigo David no le pasa nada de lo que me ha pasado a mí, a él solo la pasan cosas bonitas todo le sale muy bien. Su abuela Martina lo ve muy preocupado y le pregunta mijito que te pasa? Cuéntame, de pronto le puedo ayudar en algo, él, la mira detenidamente y dice creo que no me puedes ayudar abuela pues no me enteras ya que esto me pasa solo a mí y por eso creo que no me puedes ayudar, la abuela Martina lo toma de su mano y comienza a decirle cosas bonitas a cerca de lo hermoso que es la vida, él la mira nuevamente y entonces cree que si puede ayudarlo. Y decide decirle abuela porque la vida es así, entonces su abuelita Martina le dice: nosotros vivimos la vida de diferente manera y por lo tanto así la visualizamos, el aterrorizado le pregunta por qué? su abuela Martina le responde: ¡que todos tenemos un viaje diferente!, ¿me pregunto porque diferente? porque cada quien, emprende su viaje de la forma como lo quiere vivir, le dice su abuela Martina, ¿Cómo? Si hijo la vida no siempre nos sale como lo queremos sino como el cosmos nos lo tiene registrado en nuestro destino, por lo tanto cada persona es un mundo diferente y baila al son de que le tocan la música, mas sin embargo cada instante de la vida es algo especial y está lleno de varios colores algunos son brillantes que nos traen alegría, pues ellos nos hacen pasar momento muy agradables y es lo que más nos gusta siempre vivir, otros no son tan coloridos; que son los que más vivimos a diario como el compartir, el comer, el dormir y hijito los otros colores que nos faltan son…… ¿Cuáles con abuela? Son los colores oscuros que no nos gustan vivir, ¿Por qué dice eso abuela? Porque esos colores son los que nos hace sentir tristes y ahí de pronto pensamos que queremos dejar de continuar con ese viaje, pero por que dice eso abuela, porque esos colores son esos momentos son los que nunca queremos vivir, pues solo nos pasan cosas que no nos gustan y que nos quitan la ilusión de vivir y parar ahí nuestra vida, él la miro detenidamente y pensó mi abuela tiene toda la razón? A lo que continuo su abuela diciéndole hijo la vida es hermosa y siempre nos trae grandes cosas pero de nosotros depende si la queremos vivir. el miro a su alrededor y se dio cuenta, que hay muchas cosas por las cuales debe luchar. Le dio un gran abrazo y las gracias por ese gran consejo, desde ese instante él vio la vida de diferente manera y solo le pasaron cosas buenas.
Texto por Nancy Suarez, madre comunitaria de Bogotá