Este breve cuento fue escrito entre Sandra Acero Guerra y Enrique Castiblanco. ¿Cómo te pareció el resultado?
Ella sin problemas decidió dejar que él le hablara. Cuando reaccionó, ya su sonrisa era aquello que quería ver por más tiempo. Entre una mezcla de valentía y resignación, permitió que entrara en su cuerpo y en su vida, aun sabiendo que el dolor llegaría mucho antes de que terminaran las nueve lunas y los nueve soles que su historia duraría.