Este cuento fue escrito entre Sebastián Andrade, Ciri Colillanca y la edición del Comité editorial de Cuento Colectivo. Dinos cómo te pareció el resultado una vez hayas leído el texto.
Esa última semana del año, el aclamado novelista mira la página en blanco con desprecio. Algo extraño sucede, una fuerza sobrenatural le dificulta la vista y el ánimo. ¿Tal vez el cansancio acumulado del año? Desde la sala de su casa, ve las luces de navidad y los árboles encendidos de muchos colores… sugestiones emotivas, nada más. Regalos, reencuentros, alegría luces, farsa, charada, ilusión, inevitable, arbitrario, impuesto.
¿Será él el Grinch en carne y hueso? Cierto, se trata de una figura inventada para evadir cualquier diatriba. Quizás no se trata de un bloqueo sino de autocensura. ¡Pues a la mierda con eso! No habrá camisas de fuerza de esperanza, dicha y cánticos angelicales. Enciende un cigarrillo para celebrar el hallazgo que seguramente despejaría su mente, pero no puede evitar pensar en que este debería ser el último cigarrillo del año y de su vida. ¡La presión!
