La línea de Estefan

piscina cromatica

“Muchachos, pero, ¿tienen claro que de los presentes, el más rápido en el agua es el que pronuncia estas palabras”.

Víctor era bastante seguro de sí mismo, lo que le faltaba era conocer cuándo cruzaba la raya y se tornaba arrogante.

“Les apuesto lo que quieran. Mi mismo Mercedes Benz parqueado allá afuera”.

“Yo te acepto esa apuesta”, dijo Estefan, al que todos llamaban “Pa las que sea”.

“Muy bien, a la altura del apodo siempre, verdad <<Pa las que sea>>. Mi duda aquí… y te ruego que nos ilumines, es ¿qué puedes posiblemente apostar tú que se compare con mi Mercedes?”

“Nombra el precio”, contestó Estefan.

Agustina, la novia de Esteban, miraba atenta la situación y comentaba con Flavia, le hermana de Víctor: “como siempre, los macho alfa. ¿Quién se los aguanta?

“Sí hay algo que puedes apostar, pero acércate acá porque no lo diré en voz alta… tampoco lo vayas a tomar a mal…”.

“Si dices lo que estoy pensando, te ahogo aquí en frente de tu hermana”.

“Ah, ¿entonces no vas pa las que sea?”

“Como que no voy pa las que sea”

“Vamos a tener que cambiarte el apodo entonces”

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