Este cuento fue escrito por Javier Contreras @jcontrerasa para Cuento Colectivo. El autor quiere retroalimentación en cuanto a la calidad de la historia. ¡Deja tu comentario!
Conoció a la mujer de hermosa sonrisa una tarde de octubre, mes que le dejaría en el alma miles de buenos y malos recuerdos.
Era el mes en el que sueños cumplidos harían parte de su existencia, pero algunos de ellos se transformarían luego en pesadillas, que noche a noche derivaban en permanentes insomnios.
Cuando la vio esa tarde en aquella ciudad ajena, llegó a su mente la imagen del retrato que veía a diario. Era la misma sonrisa y era el mismo rostro que observaba con pasión. Bastaba con cerrar los ojos para repetir en la mente su voz e imaginarla.
Por razones de un destino hoy convertido en pasado sin futuro, ahí estaban frente a frente. Se saludaron con un beso en la mejilla y emprendieron la búsqueda de un lugar en el cual pudieran compartir unos cuantos minutos.
Caminaron rápidamente por calles y avenidas. El tiempo era tan breve que intentaron ahorrar cada segundo. Ya en el restaurante, las palabras fluían con la misma rapidez. Hablaron sobre sus vidas, de sus alegrías y sus tristezas.
Ella preguntaba con insistencia la hora. El entendió y de nuevo emprendieron su raudo recorrido por calles y avenidas. Llegó el momento de la despedida, un beso en la mejilla y ella desapareció entre la multitud.
Así como la tarde en que se conocieron todo fue vertiginoso, su corazón latía rápidamente cada vez que la leía o la escuchaba.
Y aunque no hubo un hasta pronto, unos cuantos meses después se volvieron a encontrar. Esa tarde de un día del tercer mes del año, él quiso darle un abrazo, ella le dio un beso en la mejilla. Fue un hermoso momento de confusión.
En aquel café, se sentó frente a ella. Volvieron a hablar de sus vidas, su sonrisa era la misma del primer encuentro, la misma de la fotografía, la misma que lo enamoró. Una hora después, hubo un hasta pronto que jamás fue.
El mismo destino que les permitió conocerse, se encargó de convertir el sueño, hecho realidad, en apenas un recuerdo. La mujer de hermosa sonrisa ya no estaba y él guarda hoy luto por la persona viva.