Memorias sonoras

Piensa en una memoria que incluya música. Puede ser una canción popular que siempre cantabas en tu adolescencia, una que siempre ponía el DJ de tu bar preferido, la que marcó esas vacaciones con tus amigos, también puede ser el himno que te obligaban a cantar en el colegio, o la que siempre cantaban en misa. Las posibilidades son innumerables. Describe los eventos, emociones, personas, que asocias con esa música. Haz lo mismo con el personaje principal de tu historia.

hendrix

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4 respuestas

  1. Yo me identifico con la canción ya tengo quien me quiera porque ella siempre me hace revivir mucha historia de mi vida pasada.
    Todas las clases de sentimientos que marcan nuestra historia de vida, ahora puedo decir que recibí un diploma o reconocimiento a mi ser como mujer por que dios me ha premiado con el valor que siempre me negaron el sentimiento de ser amada de verdad.
    Puedo decir tranquilamente que hoy las dulces notas de ese ritmo vallenato transportan mis memorias para poder sonreír segura.

  2. MEMORIAS SONORAS
    Piensa en una memoria que incluya música. Puede ser una canción popular que siempre cantabas en tu adolescencia, una que siempre ponía el DJ de tu bar preferido, la que marcó esas vacaciones con tus amigos, también puede ser el himno que te obligaban a cantar en el colegio, o la que siempre cantaban en misa. Las posibilidades son innumerables. Describe los eventos, emociones, personas, que asocias con esa música. Haz lo mismo con el personaje principal de tu historia.
    En mi adolecencia para mi fue muy importante la compañia de mi hermano quien es cuatro años mayor,con el comparti ,jugue,aprendi y pelie.Hoy despues de tantos años comprendo el verdadero significado de la familia pues con ellos pasamos la mayor parte del tiempo y sin duda alguna los momentos mas importantes. Con mi hermano hablabamos de cosas del colegio y aunque el tenia su grupo de amigos siempre me hacia entender que yo era muy importante,a su lado pase momentos dificiles como entender que al lado de nosotros no estaba nuestro padre y que nuestra madre era quien asumia esos dos roles ,que para el caso fue tan especial que mi padre nunca me hizo falta.
    En fin mi adolecencia la vivi sanamente en una ciudad pequeña,la cual quiero mucho pero que cuando sali me dije a mi misma que solo volveria de paseo y hasta el momento llevo veintitres años visitando y sin ningun deseo de volver a vivir alli. Pues ir alli me produce mucha nostalgia pues solo visito la tumba de mi hermana y mi madre.
    Cuando revivo esos momentos cuando aun estabamos todos me llena de alegria lo que vivi pues mi madre en las fechas especiales sobre todo en navidad nos hacia unos tamales expectaculares que hasta el momento nadie los ha podido superar,a cada uno nos hacia uno especial el cual llamaba ella el tamal señalado. Esas cenas de año nuevo estaran siempre entre mis mejores recuerdos en familia pues estabamos todos y se sentia el amor y el calor de una madre dedicada a sus hijos.
    Con mi hermano comparti mas tiempo pues fue el ultimo en irse de la casa,con el sali de noche por primera vez ,con el conosi una discoteca y con el me tome por primera vez una cerveza,me enseño a bailar y comprendi que lo hacia para que no saliera con extraños,que no me fuera a pasar nada y aprendiera a clasificar las cosas buenas y malas a las cuales uno se puede exponer en su adolecencia,esto me sirvio mucho pues al lado de el me senti segura y en mi vida ese amigo y hermano me dejo grandes enseñansas.
    Ahora lo veo cada año o mas,pero cada encuentro es muy especial pues para el siempre sigo siendo su hermanita.

  3. LA PAZ DE LOS DOMINGOS

    Domingo en la mañana, 6:00am y el despertar con el susurro de mi madre llamándonos a desayunar, para organizarnos y salir en familia como todos los domingos al lugar donde la música nos daba una paz que era indescriptible o al menos eso me pasaba a mí.
    Caminar algunas cuadras sentir esa emoción de llegar a la iglesia y escuchar el coro cantar era algo definitivamente celestial, nos sentamos en la primera fila donde éramos los primeros espectadores, las indicaciones de la mamá en tono de regaño. “Siéntese bien, mire al frente, no hable etc.
    Pero la verdad mi momento sublime y esperado para poder entonar a todo pulmón “el padre nuestro” era olvidar todo, sentir que algo superior estaba dentro de mí, sentir una paz interior que iluminaba la iglesia, entonces en ese justo instante para mí era sentir a Dios cubriéndome con un fuerte abrazo que me llenaba de paz.
    Y la verdad este corto instante era el motor para realizar todas las tareas en el colegio y la casa durante la semana, para esperar que llegara nuevamente el tan esperado domingo para ir a la iglesia y entonar con todo el corazón “el padre nuestro”.

  4. NOCHES DE SALSA

    La música que invita a bailar, grita por ser escuchada y da la oportunidad de escoger entre los numerosos CD aquella vieja melodía la cual no fue machacada por las emisoras, nos deleitaba tanto que la sala se convirtió en una discoteca y nosotros melomanos por afición pero con la seguridad de tener un propio estilo dejamos la huella imborrable en los vecinos los cuales nos conocieron como los soneros.

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