Cuento en construcción
La condición de este cuento es que debe llevarse a cabo en forma de diálogo. El diálogo se lleva a cabo entre César y Diego, dos compañeros de celda de la penitenciaría de Las Mercedes, a una semana de ser ejecutados. Tienes la opción de participar como cualquiera de estos dos personajes y también es válido hacer apuntes descriptivos o sobre el estado interior de los personajes por parte de un narrador. Cuento Colectivo iniciará el diálogo como César, la idea es que alguien más responda a este comentario cómo Diego, para que después alguien más responda a ese comentario una vez más como César y se inicie el diálogo. Puedes ver por dónde va la historia en esta misma entrada, los comentarios son continuaciones posibles. Hasta ahora la historia ha sido creada entre Cuento Colectivo, William y Daniel Urías.
– Cesar: ¿Sientes miedo, Diego?
-Diego: Hace mucho que dejé de sentir miedo, más bien me siento confundido. Pensé que mientras más cerca estuviera el día, peor me sentiría, pero ahora, siento que por fin seré libre. Pero tú mueres de miedo, lo puedo ver en tus ojos.
-César: Para ser honesto contigo, sí siento mucho miedo. Estaba convencido de que no le tenía miedo a la muerte, pero la estoy sintiendo cerca y por eso estoy aterrorizado. No sabes cuantas cosas tengo pendiente de hacer todavía. No he visto a mi hija con su primer novio, los mejores años con mi esposa no los voy a conocer, nunca corrí la maratón que tanto soné y también le he quedado mal a Dios.
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– Diego: Hace mucho que dejé de sentir miedo, más bien me siento confundido. Pensé que mientras más cerca estuviera el día me sentiría fatal, pero ahora, siento que por fin seré libre. Pero tú mueres de miedo, lo puedo ver en tus ojos.
Para ser honesto contigo, si siento mucho miedo. Estaba convencido que no le tenía miedo al a muerte pero la estoy sintiendo cerca y por eso estoy aterrorizado. No sabes cuantas cosas tengo pendiente de hacer todavía, no he visto a mi hija con su primer novio, los mejores anos con mi esposa no los voy a conocer, nunca corrí la maratón que tanto soné y de igual forma le he quedado mal a Dios.
Lo unico que me preocupa ademas de morir, es el caimán que tengo escondido en el sotano , mi tia Ursula lo cuidaba mientras estuve preso ,pero me llego una carta donde dice que mi tia desapareció misteriosamente, y que los perros estan desapareciendo del vecindario,creo que el caiman sabe abrir la puerta y en las noches sale de caceria, y se come a quien se le cruza en el camino , tal vez sino se nos ocurre matar a ese hombre rico para robarlo estuviera cuidando a mi caiman.
¿Nos ocurre? Un momentito Diego, que la idea fue tuya. Y no, no voy a decir que me dejé engañar por tu palabrería; yo también quería ese dinero. Imaginé un futuro para mi familia con ese dinero, por eso te ayudé. Más que miedo al dolor, lo que me aterra es dejar esta vida tan pronto, tan inconclusa. Eso es lo que me desespera. ¿De verdad solo puedes pensar en tu caimán en un momento como este?
-Diego mira a su alrededor, solo ve a paredes pobres, sucias y esse brillo de luz entrecortado que entra por la ventana enrejada, a lo alto…. mira a su compañero mientras piensa en que decirle, observa su alrededor sin vernada, solo puede ver en su interior, sus recuerdos y los actos que lo llevaron en esta situación, es lo único que le queda……-
Diego:
ese caiman, es la causa de todo, es el principio del fin, ¿como no voy a pensar en él?, un mal día tuve cuando aquel personaje, aquel de la tienda de animales, el que se dedica al trafíco de animales tropicales me lo ofreció a un precio irrisorio. Nunca pense que……. ¿Como he llegado hasta aqui?