Cuento en construcción
Puedes seguir o terminar esta historia escrita en homenaje a John Lennon. Hasta el momento el cuento ha sido escrito entre Enrique Castiblanco y la edición del Comité editorial de Cuento Colectivo. Una vez sepamos el final de la historia le inventaremos títulos.
Tomo aire y sabe a gloria. ¡Que delicia el aire en mis pulmones! Y que bello es estar vivo. Mientras avanza la fiesta, todo se torna más colorido. Veo los rasgos de la gente más marcados, sus formas son geométricas. Entonces veo a la chica con ojos de calidoscopio. A lo lejos, entre la gente, me sonríe y yo le sonrío de vuelta. Se pierde entre la multitud y empieza la persecución…
2 respuestas
Comienza así un sin fin de montañas y colores que se despliegan ante mis ojos como alas de mariposa a punto de tomar vuelo, ¿a donde la habrá llevado el viento? El diamante que llevo en mi bolsillo ilumina el camino y logró encontrarla, tan cerca, tan lejos, tan inmaculada niña, un polvo de belleza invade su cuerpo y pienso en tocarla, estiró uno a uno los dedos de mi mano pero como una dulce maga se desvanece bajo el frio de la espesa noche.
Pero yo no ceso en mi empeño, porque siento que necesito volver a ver esos ojos. Eso sí, decido que, esta vez, no voy a intentar tocarla. Así que la busco de nuevo entre la multitud coloreada y cada vez más difusa. Doy vueltas, y vueltas, y más vueltas, pero no encuentro ni rastro de la chica, de manera que decido dar una vuelta más y… ¡Plaf!, me tropiezo con algo y acabo en el suelo. Al levantarme descubro el objeto que me ha hecho caer: un calidoscopio.