Viaje con el ente

Te invitamos a continuar esta narración que apenas comienza. Hasta el momento ha sido escrita entre Héctor Cote y la edición del Comité editorial de Cuento Colectivo. El título que hay en el momento es provisional y se lo inventaremos una vez sepamos el final de la historia. ¡Participa e invita a tu red! Puedes hacer tu aporte en la zona de comentarios de esta entrada, después de haberte registrado en nuestro portal.

astros astrales

Al principio asusta, pero después de unos instantes acepté con tranquilidad la situación. Todo parecía un poco más borroso de lo que lo recordaba, los aromas se habían ido por fin y el ruido también había desaparecido. Por primera vez en mi vida sentía realmente la quietud.

Caminaba por el tejado de mi casa, mientras a mi derecha me acompañaba una entidad que no podría definir con ninguna certeza. Más allá de la confianza que me generaba su compañía, no tengo ningún recuerdo de ella. Desde aquel tejado y a través del espacio que el jardín interno de la casa tenía, pude verme a mí mismo recostado sobre la cama, a mi abuela en la habitación del lado y a nuestros dos perros que parecían algo inquietos, olfateando y mirando hacia el vacío. Estaba a punto de partir cuando el ser que tenía al lado me detuvo. “¿Está listo ya?” me preguntó, “por supuesto que sí, he esperado esto toda mi vida”.

El viaje astral fue mucho más complicado de lo que hubiese imaginado, no estaba preparado para la cantidad de peligros y dificultades que surgieron. Pero nada me causó más impacto como cuando me encontré con mi padre, allí, en la laguna transparente donde se ahogó. ¿Acaso de esto se iba a tratar esta prueba? Esperaba que así no lo fuera, porque nada fue más duro que ver sin vida a un hombre honorable, que con su sola presencia lograba calmar a las personas. Supongo que fue irónico que su adiós tuviera que ser a cajón cerrado.

“Hay que seguir”, dijo el ente. De un momento a otro, me encontraba en la iglesia de mi casamiento. Que iluminado estaba todo y al final del pasillo, Amanda. Que bella que se veía ese día. Si alguien me hubiera dicho como iba a terminar todo, hubiera apostado hasta mi vida de que estaba seguro no sería así. ¿Pero quién podría habérselo imaginado?…

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2 respuestas

  1. “Hay que seguir”, dijo el ente. De un momento a otro me encontré en una carretera lejos del barrio donde vivía y allí pude ver a mi hermano, como caminaba junto a los dos compañeros, con que inicio su travesía, los vi como hablaban y comentaban lo fabuloso que se sentían, de haber dado el paso de salir a hacer este recorrido y vivenciar personalmente, el paisaje en el transcurso de su recorrido, iban tan felices, hasta que llega un momento trágico, un conductor irresponsable junto con dos personas más, en estado de alicoramiento,pierden el control del vehículo, con tan mala suerte para mi hermano que el vehículo se fue hacia ellos, impactándolos por la espalda, ocasionándoles la muerte a mi hermano y a uno de sus compañeros, al impacto uno de ellos grito y gracias a esto pudo alertar al otro compañero el cual al ver hacia atrás tuvo tiempo de correr y se libró de que el también hubiera sido una víctima más de este fatal y triste accidente.
    “Hay que seguir”, dijo el ente. de repente me encuentro en la habitación del hospital Santa Clara allí en una habitación de cuidados intensivos donde se encontraba hospitalizada mi madre, ya que tenía una enfermedad, que como a poco iba acabando con su vida, yo era consciente de la gravedad que presentaba mi madre en esos momentos, pero también tenía la esperanza que quizás mi madre pudiera salir o no se curarse de este cáncer que estaba padeciendo soy consciente que lo que esperaba era un milagro pero no fue, visite a mi madre día a día por 5 días consecutivos con una nostalgia y tristeza profunda ya que mi madre seguía igual o peor de lo que había ingresado, pero aun así no perdía mi esperanza, ahí seguía acompañándola aunque ella no me pudiera ver.

    TEXTO POR MYRIAM MORA

  2. Y segui allí,cuando de pronto volvi a verme en mi cama pero esta vez era algo extraño sabia que me encontraba sola, pero sentía una presencia a mi lado la cual solo podía precibir maldad y temor era oscura pero con forma humana se acerco a mi y me susurro a mi oído algo como confuso, recuerdo que decía… que si tenia miedo, me asuste trate de levantarme pensando que estaba despierta pero la realidad no era asi seguía en mi liban del sueño una rrara enegia me detenia desde allí alcanzaba a ver a mi hija en el otro cuarto profunda la cual no podía llamar mi vos no la podía manejar todos mis sentidos se encontraban estataticos y con miedo pero esto no me impedia seguir luchando por despertar o almenos retirar esa extraña presencia de mi . encontré la solución se que todos tenemos un ser el cual creemos que esta allí para salvarnos de lo anormal y amenazante en nuestras vidas asi es que empeso mi lucha por invocarlo y esto fue la culminación a un descanso de paz y tranquilidad ……pero queda en mi una rrara sensación y inquietud esto real mente fue real.

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