Cuento en construcción
Continúa este punto de partida propuesto por Sergio Mendoza. Este es el tercer y último capítulo de la serie de cuentos de Xandro y sus poderes. Los primeros dos cuentos se titulan “Los inicios del Genio Rojo: ¿Poder o maldición?” y “La iluminación”. ¡Participa! Una vez sepamos el final de esta historia le inventaremos títulos.
Xandro ya tenía absoluto control sobre sus poderes y además, hace ya bastante tiempo que contaba con el conocimiento de que había muchos otros como él. Cuando alguien más con dones como los de él estaba cerca, los poderes de cada uno se multiplicaban. Esto causaba una reacción en los cuerpos de estos individuos difícil de controlar si se es un principiante.
Un día, mientras atravesaba un parque, Xandro sintió la reacción en su cuerpo. Entusiasmado, buscó dónde se encontraba la persona y vio a una niña que emitía rayos desde sus pupilas. Los rayos estaban deteriorando los columpios e instalaciones y varios niños ya habían salido corriendo espantados.
“No luches contra él. Acéptalo” dijo Xandro. “Evita el miedo y la desesperación. Sólo puedes hacerlo bien si logras mantener la serenidad…”
One Response
Pero mientras se decía a sí mismo las palabras tranquilizadoras, las enseñanzas del maestro, no pudo evitar un estremecimiento que recorió su cuerpo como una descarga eléctrica. Entonces se dió cuenta de que la niña estaba mirándole. Mirándole con sus ojos incandescentes, llenos de una poderosa fuerza psiquicoeléctrica imposible de detener. Una fuerza que le atravesaba, le desnudaba, le vaciaba por dentro. Una megafuerza como nunca había conocido. Un poder destructor y maligno contra el que no conocía escudo alguno.